domingo, 22 de abril de 2007
martes, 19 de diciembre de 2006
La bella Otero" mini-serie de A3
Antena 3 graba en estos días en la ciudad de Buenos Aires la mini serie "La bella Otero" protagonizada por la actriz Natalia Verbeke,el rodaje también pasará por Rusia y España.
Esta Tv movie producida por Endemol y co-producida por TV-3,TVG y Antena 3,cuenta la apasionante vida de Agustina Otero Iglesias (1868-1965), más conocida como la Bella Otero. La mini serie se graba en formato cine y se emitirá en 2007 en las cadenas de la Forta y Antena 3.
Esta Tv movie producida por Endemol y co-producida por TV-3,TVG y Antena 3,cuenta la apasionante vida de Agustina Otero Iglesias (1868-1965), más conocida como la Bella Otero. La mini serie se graba en formato cine y se emitirá en 2007 en las cadenas de la Forta y Antena 3.
Al centro el director del rodaje, Jordi Frades.
La miniserie, producida por Endemol y co producida por TV-3, TVG y Antena 3, se grabará en formato cine y se emitirá en 2007 en las cadenas de la Forta y Antena 3, y el guión está basado en la novela de Carmen Posadas, oriental (uruguaya), ganadora del premio Planeta.
Producido por el Institut del Cinema Catala (ICC), Zenit TV, Gestmusic, dirige Jordi Frades (español, Laia, el regal d’aniversari, Cota roja, De moda, Plats Bruts), la actriz Natalia Verbeke Leiva (argentina, El método Gronholm, El hijo de la novia, El juego de la verdad, Kasbah, Apasionados) en el rol protagónico, Tito Gomez como el Príncipe de Gales, Rita Cortese como Mirta, y Giorgio Lupano como Raúl.
Coreografía de danza de Ana María Stekelman.
Producido por el Institut del Cinema Catala (ICC), Zenit TV, Gestmusic, dirige Jordi Frades (español, Laia, el regal d’aniversari, Cota roja, De moda, Plats Bruts), la actriz Natalia Verbeke Leiva (argentina, El método Gronholm, El hijo de la novia, El juego de la verdad, Kasbah, Apasionados) en el rol protagónico, Tito Gomez como el Príncipe de Gales, Rita Cortese como Mirta, y Giorgio Lupano como Raúl.
Coreografía de danza de Ana María Stekelman.
Agustina Otero Iglesias
Agustina Otero Iglesias, más conocida como la Bella Otero, gallega, nació en 1868 en Pontevedra. Su vida ha sido fuente de inspiración para multitud de cineastas y novelistas .
De origen humilde e hija de madre soltera, huyó de casa a los diez años tras ser violada y cambió su nombre de pila, Agustina por el de Carolina.
Pasó de trabajar con unos cómicos ambulantes y bailar en cafés y tascas a convertirse en una bailarina de fama internacional que mezclaba el flamenco con los fandangos y las danzas exóticas. Actuó en Nueva York, Argentina, Rusia, donde llegó a conocer a Rasputín; en París se convirtió en la estrella del Folies Bergères.La fama de Carolina, , provenía menos de sus dotes de bailarina que de sus innumerables amoríos con nobles europeos, incluidos reyes (el Príncipe de Gales, el Káiser Guillermo II, el Zar Nicolás II, Alberto I de Mónaco, el Emperador del Japón, Leopoldo II de Bélgica, Alfonso XIII, Eduardo VII de Inglaterra), millonarios europeos, norte y sudamericanos (el Presidente de la República Aristide Briand, Cornelius Vanderbilt, Liane de Pougy, Cléo de Mérode, etc), y, en fin, todo aquel capaz de mantener a esta bellísima mujer en su rumbosa existencia de "gran horizontal", eufemismo éste aplicado en París -su centro de operaciones- a algunas damas de pequeña virtud y caudalosos gastos suntuarios: joyas, ante todo, y luego ropa lujosa, mansión en la ciudad y casa de campo, automóviles, criados a granel, viajes en primerísima clase, etcétera., figuraban también en la lista.
Ella fue el producto de una época en el que las mujeres eran adoradas, aduladas, las cubrían de joyas: la Belle Epoque. Por eso ella era osada, caprichosa hasta fue conocida como la Esfinge Suicida por los siete suicidios que provoqué en apenas 3 meses por varones que no lograron sus amores.
Sin embargo nunca se casó.
Llegó a actuar en Nueva York en 1890 y a hacer una gira por todo el mundo, cosa que le dio una fama internacional. Argentina y Rusia fueron algunos de los países que visitó y actuó más veces. En este último llegó a conocer a Rasputín. Otero actuó durante muchos años en París en el Folies Bergères, donde era la estrella y en el Cirque de Eté. Se puede decir que fue la primera artista española conocida internacionalmente.
Otero no era una bailarina profesional y su arte era más instintivo que técnico. Sus danzas eran una mezcla de estilos flamenco, fandangos o danzas exóticas.
En agosto de 1906, el debutó en el teatro El Nacional en Buenos Aires. Arturo. Caras y Caretas describe: "Aparecer la Belle y producirse una aclamación heroica fue todo uno [ ]. Y así fueron sucediéndose las aclamaciones, dirigidas por los caballeros principales de los palcos de honor, mientras la grande artista se despachaba con una genial pantomima [ ]. La Belle bailó unas seguidillas también geniales, cosa nunca vista [ ]. Ella frunció las cejas, diciendo «¡Ja!» y estalló una ovación; volvió a presentarse, puso las manos en las caderas, diciendo «¡Je!» y estalló otra ovación ¡Inolvidable espectáculo!".En 1910 se retiró y se estableció en Niza, donde murió en 1965, sola, arruinada económicamente y viviendo en una pensión que le otorgó el casino de Montecarlo en agradecimiento de los millones de francos que perdió allí.
De origen humilde e hija de madre soltera, huyó de casa a los diez años tras ser violada y cambió su nombre de pila, Agustina por el de Carolina.
Pasó de trabajar con unos cómicos ambulantes y bailar en cafés y tascas a convertirse en una bailarina de fama internacional que mezclaba el flamenco con los fandangos y las danzas exóticas. Actuó en Nueva York, Argentina, Rusia, donde llegó a conocer a Rasputín; en París se convirtió en la estrella del Folies Bergères.La fama de Carolina, , provenía menos de sus dotes de bailarina que de sus innumerables amoríos con nobles europeos, incluidos reyes (el Príncipe de Gales, el Káiser Guillermo II, el Zar Nicolás II, Alberto I de Mónaco, el Emperador del Japón, Leopoldo II de Bélgica, Alfonso XIII, Eduardo VII de Inglaterra), millonarios europeos, norte y sudamericanos (el Presidente de la República Aristide Briand, Cornelius Vanderbilt, Liane de Pougy, Cléo de Mérode, etc), y, en fin, todo aquel capaz de mantener a esta bellísima mujer en su rumbosa existencia de "gran horizontal", eufemismo éste aplicado en París -su centro de operaciones- a algunas damas de pequeña virtud y caudalosos gastos suntuarios: joyas, ante todo, y luego ropa lujosa, mansión en la ciudad y casa de campo, automóviles, criados a granel, viajes en primerísima clase, etcétera., figuraban también en la lista.
Ella fue el producto de una época en el que las mujeres eran adoradas, aduladas, las cubrían de joyas: la Belle Epoque. Por eso ella era osada, caprichosa hasta fue conocida como la Esfinge Suicida por los siete suicidios que provoqué en apenas 3 meses por varones que no lograron sus amores.
Sin embargo nunca se casó.
Llegó a actuar en Nueva York en 1890 y a hacer una gira por todo el mundo, cosa que le dio una fama internacional. Argentina y Rusia fueron algunos de los países que visitó y actuó más veces. En este último llegó a conocer a Rasputín. Otero actuó durante muchos años en París en el Folies Bergères, donde era la estrella y en el Cirque de Eté. Se puede decir que fue la primera artista española conocida internacionalmente.
Otero no era una bailarina profesional y su arte era más instintivo que técnico. Sus danzas eran una mezcla de estilos flamenco, fandangos o danzas exóticas.
En agosto de 1906, el debutó en el teatro El Nacional en Buenos Aires. Arturo. Caras y Caretas describe: "Aparecer la Belle y producirse una aclamación heroica fue todo uno [ ]. Y así fueron sucediéndose las aclamaciones, dirigidas por los caballeros principales de los palcos de honor, mientras la grande artista se despachaba con una genial pantomima [ ]. La Belle bailó unas seguidillas también geniales, cosa nunca vista [ ]. Ella frunció las cejas, diciendo «¡Ja!» y estalló una ovación; volvió a presentarse, puso las manos en las caderas, diciendo «¡Je!» y estalló otra ovación ¡Inolvidable espectáculo!".En 1910 se retiró y se estableció en Niza, donde murió en 1965, sola, arruinada económicamente y viviendo en una pensión que le otorgó el casino de Montecarlo en agradecimiento de los millones de francos que perdió allí.
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